Refranes y expresiones populares

Es un lujo que hayan llegado hasta nuestros días estas expresiones de sabiduría y buen humor popular...

“Al burro muerto, la cebada al rabo”: a quien quiere ayudar o poner remedio cuando ya es demasiado tarde.

“¡Ay amante!”: expresión lastimera. 

“¡Ay galán!”: expresión cariñosa y paternalista que usaban mucho los mayores respecto de uno más joven. 

“Cargar con las maseras”: soportar algo pesado, por el peso que acumulaban las maseras por la masa pegada y la harina. 

“Comer a tronchón”: comer partiendo la comida con las manos, tronchándola.

“Cuando nieva en el mes de marzo:, no podrás sacar las ovejas a pacer en el campo”.

“Después que salta la liebre… ¡dale palos a la cama!”: cuando se quiere poner remedio a algo cuando ya no sirve para nada.

“Domingo de Ramos: el que no estrena… ¡no tiene ni pies ni manos!” en uno de los días más festivos del calendario litúrgico hay que vestir lo mejor posible.

“Donde estáis vosotras, no acude la zorra…: expresión que se recuerda en boca de Román Plaza, significando el escándalo que producía un grupo de chicas.

“El Beré fue a segar a las once y media y cuarto… / y a las doce menos cuarto el Beré… ya estaba harto”. aplicable a alguien que está cansado sin haber hecho nada. Curiosamente, el Beré fue una persona real, en concreto un peón caminero al que se apodaba así en Miño. Era más vago que la chaqueta de un caminero. Era pobre y ayudaba a hacer chapuzas, estaba herniado, tenía solo dos colmillos como única dentadura y visitaba frecuentemente Miño. Pedía limosna de casa en casa y si no le daban, respondía: “pues ¡menos carga!” Otro personaje parecido era apodado “el conde Romanones”. 

“Escaramojos pochos, come la zorra, le pica el culo, y alza la cola”.

“Estar peor que carracuca”: estar muy mal de salud.

“Estoy cansina...”: estoy cansada.

Marzo marzueco, déjame uno pa manso y otro pa mureco: se decía cuando nevaba o hacía mal tiempo en el mes de marzo y no podían sacar las ovejas a pacer en el campo.

“Más bien que bien…”, “más tonto que tonto…”, “más grande que grande…”: distintas formas de exagerar el adjetivo que corresponda.

"Mejor volvemos mañana que hoy hay mucha prisa…”: se usaba cuando ibas a un lugar, especialmente a una tienda, y había mucha gente. 

“¡Mía que me sé yo!”: ¡y yo que sé! 

“¡Micho!”: para llamar a un gato.

“Mira esa… ¿qué recao llevará?": ¿qué se traerá entre manos?

“Molto a reire, molto a paseare…, pero la tabacalera sin tocare”: advertencia de Aurea Carrión de advertir a las chicas que, vale salir y pasarlo bien con un chico, pero sin hacer nada más. 

“No da atadero”:  cuando la mies es corta, no tiene la longitud suficiente como para poder utilizarse para atarla.

“¡No está la zorra pa bailes!: no está de buen humor, mejor no sigas por ahí…

No tener arte con arte“: que no se tiene lo necesario o que no se tienen las cosas adecuadas para algo. Ej.: “no puedo invitarles a comer… no tengo arte con arte.” 

¡No vales ni pa burro ni pa albarda!”:no sirve para nada.

“No valgo de creer” o “no me valgo de creer”: no me lo puedo creer: 

“No valgo de tenerme” o “no valgo teneme”: no me tengo en pie. 

“No valgo esperar tanto”: no puedo esperar tanto.

"No valgo cantearme" o “no valgo canteame”: no me puedo ni mover.

“¡Qué arte!”: Cómo Ej: "mira que arte de ropa te has puesto", "¡vaya arte de cocina!", "¡vaya arte de examen!". ¡Qué artes llevas! Refiriéndose a llevar la ropa mal puesta.

“¡Qué civera llevas!”: ¡a dónde vas tan deprisa…” 

“¿Qué recao lo trajo por aquí?”: ¿a qué vino aquí?

“¡Que se queme la casa… pero que no salga el fuego!”: otra forma de decir que los trapos sucios se lavan en casa. 

“¿Qué vida llevas?”: expresión de saludo coloquial

“Regañón, ni lluvia ni sol, ni abrigo en ningún rincón”: el regañón es un viento noroeste, tan frio y seco, que no hay forma de abrigarse. 

“¡Rita!”: se grita para llamar a reunión a las ovejas.

“¡Rite, rite!”: no te rías, no te rías… que verás cómo es verdad…

“¡Se ha empezao!”: cuando alguien enfermaba gravemente y quedaba postrado en cama y se escaraba (aparecían escaras)

“Se me ha subido la cerveza a predicar”.

“¡Según comprendas!”: ¿cuánto tiempo tiene que estar la olla en el fuego? Hombre eso ya… ¡según comprendas!

“¡Si a mi casa no vienes… de la tuya me espachas!”: si no quieres venir a mi casa, no pretendas que vaya a la tuya.

“Tirar piedras a sobaquillo”: tirar las piedras con golpe de muñeca y codo, por debajo del hombro y en dirección paralela al suelo, incluso rebotando.

¡Tuso de ahí!”: los perros de la zona de Guadalajara y sur de Soria salen pitando cuando oyen “¡tuso!” o “¡tuso de ahí!” porque eran entrenados de cachorros a asociar esa palabra con un castigo. Normalmente un golpe con un palo en el morro.

¡Vaya devanadera llevas!”, se dice en Miño de alguien que no para quieto y de mover las cosas. Según los diccionarios, una devanadera es un armazón de madera, que gira alrededor de un eje vertical y sirve para devanar las madejas del hilado con facilidad. Devanar es enrollar un hilo o alambre alrededor de un eje formando un ovillo o madeja. Devanarse los sesos es, coloquialmente, pensar intensamente en algo, dándole vueltas a una cuestión. 

“Vengo an ca”: vengo de casa de… Ej.: Vengo de en ca el Tomás.

"Voy an ca": voy a casa de… Ej.: “Voy an ca el Tomás”

“Y ahora… ¡a casa con el recao!“: expresión que se usaba siempre que se terminaba una faena.

¡Y sin reseco que vendrían…!: simpática y eufemística forma de valorar el estado en el que volvían ya de madrugada algunos de las fiestas.

 


 

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